jueves, 14 de marzo de 2013

Grandes Esperanzas


Después de muchos meses de descanso retomo este espacio, del cual me alejé temporalmente por muchos motivos. Este año 2013 ha representado un cambio, pero la esencia es la misma.
Nuestra familia se mudo a Pucallpa una ciudad en la selva peruana, es muy verde y la gente amable, y en ciertas cosas me recuerda a mi Chimbote hace 15 años, además hace mucho mucho calor y en verano llueve de vez en cuando, ah! y ví mis primeros rayos de tormenta. Eso fue nomás terminando la última semana del año pasado, y al principio me chocó a mí y sobretodo a Baby Belle. Las dos nos llenamos de salpullido, nos picaron los mosquitos, nos moríamos de sed y sudábamos a chorros. Gracias a Dios, todo esto pasó. Nos fuimos acostumbrando y estamos felices de vivir aquí.
Y mientras estuvieron pasando estos meses de adaptación, seguimos con nuestra vida tal cual en Chimbote: Empezamos de nuevo con la instalación en nuestro "nuevo" departamento, comprar cosas, adaptar las que tenemos, presupuestos, ir a la Iglesia, ponerse al día con las vacunas de la principessa (Sí, con tanto alboroto las habíamos olvidado pero por ahora tudo bem), etc.
Por mi parte la vida es simple, ser mamá, compañera de juegos de mi nena y ama de casa. Hace tres semanas me llamaron como Maestra de Guardería, lo cual fue una sorpresa para mí, ya que me había hecho la idea de que quizás podía servir en el mismo llamamiento que tuve antes (Secretaria de MMJJ). Pero yo, feliz. 
Mi esposo por su parte, adaptándose al trabajo de 8hrs. Lunes a Viernes, llegando al nuevo barrio fue llamado como primer consejero del Quórum de Élderes, y hace dos semanas fue apartado como Maestro de Institutos. Pero este domingo al momento de los sostenimientos le pidieron ponerse de pie, nos miramos, el lo hizo y Oh! Surprise! Fue llamado como Primer Consejero del barrio, luego fue a tomar su lugar y yo me encontré sola, bueno con Claire pero sin él en mi asiento.
Han sido muchas noches que nos quedamos despiertos preguntándonos qué quiere Dios con nosotros aquí, hemos recibido muchos testimonios de que no estamos en esta tierra tan lejana por casualidad ni nada sino que hay un propósito y una misión. Por el momento he encontrado que la mía es enseñar con amor a mi hija y los pequeñines de la Guardería y no saben cuánto gozo siento al hacerlo. Por eso pienso que esta época nueva que ya empezó es de grandes esperanzas y felicidad. Ah! Y de sorpresas, también.


1 comentario:

  1. wowwww .. q felicidad por usted saluda a gene de parte .. y sigan siendo felices un abrazo .. Leysi

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